Lara Rivero, una sacerdotisa del s. XXI, por Patricia Iglesias y Rocío Royo
Lara Rivero Prieto. Celebraciones Celtas
Conoce a Lara Rivero Prieto, una sacerdotisa celta con un claro llamado: el de celebrar la vida y el amor, reconciliando a las comunidades con las tradiciones de sus antepasados.
Sabia, artista y detallista, Lara fluye con la vida de manera creativa, honrando la memoria histórica de los pueblos ancestrales y apostando por la naturaleza, el amor y el gozo… Pero ¿cómo llegó a ser sacerdotisa celta en pleno siglo XXI?
El camino hacia la sacerdotisa
Ya en su niñez, la vocación de Lara se manifestaba a través de su fascinación por las artes de la magia, la sincronía con los ciclos naturales de la tierra y la cocreación con la naturaleza. Nacida en el seno de una familia del Bierzo y con la naturaleza como religión, los padres de Lara la animaron siempre a decir que sí a la vida, transmitiéndole además las pocas pero arraigadas tradiciones celtas de la zona que han logrado sobrevivir al paso del tiempo, empezando por la exaltación de la vida y el poder de la observación de la naturaleza.
Lara, eterna estudiante, reconoce que su formación como sacerdotisa ya en edad adulta va más allá de la investigación y lectura de libros, llevándola a recorrer el mundo en busca de una sabiduría tallada en los cimientos de las más antiguas civilizaciones, de la tierra misma y en la tradición oral de las abuelas, guardianas de las costumbres y de la memoria histórica de las comunidades. La formación de Lara parte entonces de una extensiva labor de recuperación, concienciación y reconexión con las tradiciones del pasado que le han permitido encontrar a su yo y ponerlo al servicio de la comunidad.
La mujer en la tradición celta
Si algo tiene claro Lara es su misión en la vida: la de ayudar a las mujeres a recuperar un rol que les fue robado hace más de 2.000 años a causa de la influencia de otras culturas y religiones, las cuales no solo relegaron a las mujeres a un papel secundario, sino que también forzaron el quiebre de la conexión entre humanidad y naturaleza.
Reinas, juezas, abogadas o médicas, las mujeres celtas eran sin duda consideradas fuente de gran sabiduría y respetadas en sus comunidades, lo que les permitía también ejercer de sacerdotisas, a quienes Lara define como “intermediarias entre mundos, capaces de guiar a la tribu no desde el ego sino desde el campo del corazón, canalizando la información que les llega desde la naturaleza para impulsar a la comunidad hacia adelante”.
La sabiduría celta, asegura Lara, no es una religión, sino la habilidad de aprender de la naturaleza a través de un estado de constante observación de sus ciclos y relaciones de causa-efecto, llegando a desarrollar una capacidad mediadora y canalizadora entre la vida y el espíritu, la comunidad y el entorno que le rodea.
El rol de sacerdotisa celta en nuestros días
La de la sacerdotisa celta es una profesión cada vez más demandada, lo que surge de una marcada desconexión de las personas con la naturaleza y los ciclos naturales del universo, así como la carencia de una transmisión intergeneracional de los conocimientos entre los mismos miembros de la familia.
“Tanta acción, tanta meta, tanto sueño americano hace que nos hayamos perdido del sentido de la vida”, apunta Lara, tras lo cual traslada una invitación a “volver a poner los pies descalzos sobre la tierra”, una vuelta a la naturaleza y la observación de la misma para reconectar con el ciclo natural de nuestras vidas.
La migración de las personas a las ciudades en los últimos siglos ha llevado a una realidad ficticia igual de dañina para el planeta como para las personas, por lo que es necesaria una vuelta a la autenticidad reflejo de la naturaleza, de la energía de la mente al cuerpo, a la aceptación y el disfrute de lo que somos, buscando el equilibrio entre el dar y el recibir, entre el bienestar del individuo y el del medio ambiente.
Es en este panorama de necesidad en el que surge el proyecto de celebraciones celtas de Lara, a través de las cuales ejerce su labor de canalizadora, recuperando la esencia de cada etapa de la vida y oficiando festejos que honran el pasado, el presente y el futuro, celebrando desde el nacimiento de un nuevo ser hasta su despedida en la vejez y pasando por todas las etapas significativas de su vida: el nacimiento, la pubertad, la maternidad, la unión en el amor o la separación.
Escuela de Sabiduría Celta
A la par del aumento de la demanda de estas celebraciones, Lara nota la creciente necesidad de las personas de contar otras alternativas a las más convencionales y siente el llamado a transmitir su conocimiento formando a otras mujeres alrededor del mundo. Así nace hace más de 4 años la primera Escuela de Sabiduría Celta en España, un innovador proyecto que recorre a pasos agigantados la milenaria distancia entre la tradición celta y las tecnologías actuales, ofreciendo a las estudiantes material accesible 100% de manera online y la comodidad de poder interiorizar los contenidos a su ritmo y desde la comodidad de sus hogares. Como es de esperar, Lara les acompaña durante todo el proceso, mediante tutorías personalizadas y formaciones presenciales a modo de prácticas o viajes iniciáticos.
Lara Rivero, una mujer emprendedora
A pesar de su éxito, no todo ha sido color de rosas para Lara, quien ha tenido que aprender a reconocer su propósito en mundo ante terceros, “saliendo del armario” y aceptando sin vergüenza su rol como sacerdotisa celta de la comunidad.
En la actualidad, Lara vive de su labor como sacerdotisa, una profesión con alta conciliación familiar y muy bien valorada económicamente hablando. Gracias a su corazón artístico, empático, dedicado a la comunidad y rebosante de amor hacia la naturaleza, Lara se ha abierto un gran número de puertas desde el inicio de sus proyectos, conocidos ya por sus excelentes resultados sociales y medioambientales en varias comunidades de habla hispana a nivel internacional.
Escucha la entrevista completa en el video de la parte superior y conoce más de este hermoso e innovador proyecto en Celebraciones Celtas.
